Una de las preguntas más frecuentes que recibimos de potenciales clientes es «¿Qué información necesito darles para obtener un presupuesto, el plazo aproximado de entrega y para que comiencen con el proceso de traducción?» A continuación, hemos compilado una lista de toda la información que sería bueno que tenga a mano cuando solicite una traducción a PILA o a cualquier otro proveedor de servicios de traducción.
- Nombre de la organización y persona de contacto: ¿Quién está solicitando la traducción? ¿Es una organización sin fines de lucro, una universidad, una agencia gubernamental, un investigador independiente, una empresa de consultoría, una campaña política? Intente darnos una idea clara de quién está solicitando la traducción, así como la persona indicada para contactar por si surgen preguntas. Algo importante para comunicar en la solicitud inicial es si la entidad que paga por el servicio de traducción es diferente de aquella que está solicitándolo (como por ejemplo, en el caso de un patrocinador fiscal).
- Dirección de la traducción: ¿Necesita traducir del inglés al español, o del español al inglés? ¿Necesita algún otro idioma según las características de las comunidades de su área? Si es así, avísenos y es probable que podamos recomendarle algún otro proveedor o gerenciar este proceso de varios idiomas por usted.
- Materiales a traducir: ¿Qué es exactamente lo que quiere traducir? En este punto, es importante pensar tanto en el contenido (por ej., panfleto educativo, informe, sitio web, volante, entrevistas focales, film documental) y el formato (por ej., documento de MS Word, archivo de Adobe InDesign, imagen de Canva, video de YouTube, sitio web de WordPress). Para materiales de texto, generalmente necesitará darnos una idea aproximada de la cantidad de palabras, y para materiales audiovisuales, la cantidad aproximada de minutos. De ser posible, envíe una copia de los materiales para que el proveedor de traducción pueda hacerse una mejor idea del contenido y así brindarle el presupuesto con precisión.
- Plazo estimado de entrega: ¿Para cuando necesita la traducción? Si tiene una fecha de entrega firme, sería bueno que lo mencione en su solicitud inicial para así poder priorizar su proyecto. Y si sus plazos son totalmente flexibles ¡háganoslo saber! Así como los plazos cortos y urgentes pueden, a veces, resultar en un cargo adicional, proyectos de gran volumen con fechas de entrega flexibles ven descuentos aplicados a su presupuesto.
- Público destinatario: ¿A quién va dirigida la traducción? Puede considerar un lugar (ciudad, estado o país entero), país de origen, edad promedio, nivel educativo promedio o tipo de empleo y la relación de la audiencia con su organización. Tomarse el tiempo de pensar concienzudamente en el público al cual está orientada su traducción no solo resultará en un mejor producto final, si no que también le ayudará a comprender con quiénes está tratando de comunicarse.
- Glosarios y traducciones anteriores: ¿Tiene contenido que ya haya sido traducido en el pasado, ya sea internamente o por otros proveedores? Si ese es el caso, envíe una copia o enlaces a esos materiales, así como cualquier glosario o base de datos terminológica que pudiera tener. Esto nos ayudará a mantener la consistencia con traducciones anteriores y sus preferencias.
- Revisión por parte del cliente: ¿Hay alguien en su organización que estará revisando y haciendo cambios a la traducción antes de que sea puesta en uso? Avísenos para poder recomendarle una metodología lo más optimizada posible para este paso adicional, el cual resulta a menudo en algunas idas y vueltas entre cliente y proveedor. Cuando sea factible, asegúrese de que la persona encargada de la revisión tenga el mismo nivel de experiencia que nuestro equipo de traducción: hablante nativo del idioma, nivel educativo universitario en el idioma meta, y una buena atención a los detalles para asegurar que no se introduzcan inconsistencias o errores durante este paso final.
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